La pobreza y el desempleo crecen como los principales reclamos al Gobierno de Milei
Después de años en que se erigió como el enemigo público número uno, la inflación ya no es la principal preocupación de los argentinos. Su lugar comienza a ser ocupado por la pobreza, la baja de los salarios y el desempleo. Así lo atestiguan los últimos estudios de opinión, mientras los datos oficiales sobre la marcha de la economía sugieren que esa percepción social tiene arraigo. A casi siete meses de haber asumido, el Gobierno de Javier Milei publicita como su mayor logro, junto al ajuste del gasto público, la caída del índice inflacionario, que el mes pasado fue del 4,2%. Pero ese resultado lo ha conseguido a un costo muy alto: recesión, freno de la actividad y del consumo, fuerte descenso del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, pérdida de empleos, más pobreza y más desigualdad social.