La Colombia de James Rodríguez se ilusiona con tumbar al histórico Uruguay en la Copa América
La secuencia se conoce de memoria en Colombia. Rodeado por camisetas celestes, James Rodríguez duerme el balón con una calma pasmosa, sin perderle la vista por un segundo, gira sobre su eje y saca una volea seca, potente e inatajable desde el balcón del área. El primero de los dos tantos que le marcó a Uruguay en ese partido de octavos de final fue escogido como el mejor gol del Mundial de Brasil 2014, merecedor del premio Puskas. Ya entonces usaba el 10, que nunca ha soltado en su selección. Diez años después, con un James en estado de gracia que hace recordar al precoz prodigio de entonces, Colombia se vuelve a cruzar este miércoles con el histórico Uruguay en las semifinales de la Copa América. Un duelo que ya se ha convertido en otro clásico sudamericano.