La batalla para que el asesinato de la payasa Miss Jujuba sea juzgado como feminicidioLa batalla para que el asesinato de la payasa Miss Jujuba sea juzgado como feminicidio
Julieta Hernández Martínez, una mujer que creía firmemente que el arte puede transformar el mundo y por eso recorría con su pequeño show el Brasil más profundo en bicicleta, yace desde hace seis meses en una sepultura en Puerto Ordaz (Venezuela), la ciudad donde creció. Cuando se ponía la nariz roja, era la payasa itinerante Miss Jujuba. La artista, de 38 años, fue cruelmente asesinada la noche del pasado 22 de diciembre mientras cruzaba a pedales la Amazonia brasileña rumbo a Venezuela. Una pareja se ensañó con ella y la mató en la espartana posada de una ciudad llamada Presidente Figueiredo donde paró. Su cadáver, su bicicleta, su teléfono móvil y otras pertenencias fueron localizados gracias a que, en cuanto dejó de responder a los mensajes, su familia y sus colegas del circo se movilizaron. Enviaron una delegación hasta allí para presionar a las autoridades locales y lograron que la buscaran.