Internacionales

Ganaron los muchachos

Fue un pase inesperado de Dani Carvajal, uno de esos pases al primer toque que desencuaderna a un equipo entero, a un imperio, el que habilitó entre dos rivales a Lamine Yamal, primer sorprendido por la sacudida del lateral. A Carvajal lo venía a encimar Bellingham y recibió de espaldas, pegado a la línea, así que se sacó un pase con el exterior que no fue a donde Yamal la esperaba, la banda, sino a un sitio mucho más juguetón: el carril del 8 y en su pierna buena, con un rival automáticamente a su espalda y otro delante temblando. Para entonces corría Morata arrastrando a su marca, pasando los dos como trenes de mercancías mientras Yamal los veía de reojo y seguía con la conducción. Ya la tenía franca para el disparo, pero también venía como una bala Dani Olmo con un rival atado a los tobillos como las latas de los coches de los recién casados. Y en una décima de segundo, cuando se esperaba el misil, Lamine Yamal soltó el balón, que atravesó dando botecitos a Olmo y al inglés para quedarse solo en el área.

Seguir leyendo

Artículos Relacionados

error: