El problemático traslado del Archivo general de Perú, una joya histórica en peligro
Alguien acaba de jalar la palanca de uno de los tantos inodoros del Palacio de Justicia. Aunque desagradable, el chorro evacuado es un sonido familiar para quienes trabajan en el Archivo General de la Nación, un espacio de 2.500 metros cuadrados donde se conserva la memoria documental del Perú, ubicado desde hace ochenta años en el sótano de Palacio, en el Centro de Lima. Más allá de sus conocimientos, los archivadores deben cumplir algunos requisitos esenciales: no temerle a los ratones ni a las lagartijas, intrusos eventuales que deberán espantar; aceptar con hidalguía que contraerán rinitis o sinusitis; y no hacerle ascos a los olores nauseabundos que se filtran cada tanto.