El diálogo entre Maduro y Estados Unidos a las puertas de las elecciones genera incertidumbre
Nadie lo esperaba, nadie lo tenía en el radar. 24 horas después todavía cunde la incredulidad y el desconcierto en Venezuela. A las puertas de las elecciones, Nicolás Maduro ha anunciado en público su intención de retomar unas negociaciones con la Casa Blanca que, al menos en este momento, parecían muertas y enterradas. En Qatar y más tarde en Barbados, con la oposición venezolana como un tercer actor negociador, los dos países acordaron ponerle fecha a las elecciones presidenciales, liberar presos y permitir la inscripción de candidatos antichavistas. A cambio, la Casa Blanca facilitaría licencias petroleras y transacciones con el oro. Casi nada de esto llegó a implementarse, ni de un lado ni de otro. La presión sobre los opositores no se rebajó y la administración de Joe Biden revirtió las concesiones que había hecho. Este capítulo, cerca del 28 de julio, parecía cerrado, pero, en un movimiento que ha cogido por sorpresa, Maduro se dice dispuesto a sentarse en la mesa de nuevo con Washington.